Me levanto. El sol se filtra por entre las raídas cortinas azules de mi cuarto. Me levanto y me visto con las últimas ropas que usé. Salgo descalzo a la calle. A juzgar por los apretados abrigos de las personas, hace mucho frío, aunque no puedo sentirlo. Veo a Don Miño jugando con Juan al truco. Nunca aprendí como se jugaba. Siento que la gente me atraviesa. Voy a la plaza y miro a mi alrededor. Los pájaros cantan, los chicos andan en sus bicicletas mientras piden a sus madres dinero para golosinas. Está todo tan alegre y tan lleno de vida que me pierdo en mis pensamientos… entonces la veo. Gabriela está sentada en un banco, esperando. Me siento a su lado. Ella no puede verme ni oírme. Veo que llega Pedro, y la saluda con un beso y se van los dos juntos. En ese momento no puedo con mi misma envidia de vivir de nuevo y tomo el lugar de Pedro y entonces puedo sentirla, en su mágico abrazo. Cruzamos la calle. El semáforo cumple su horario y pone el verde. Caminamos hasta un bar y hablamos… el café caliente resbala por mi garganta. No sé lo que digo y ella ríe. Oh, Dios, que dulce es esa risa… podría quedarme ahí todo la vida, con ella. Dice que le recuerdo a un amigo que la dejó hace tiempo y que ella lo extraña mucho. No puedo evitar sonreír. Me dejo llevar. Caminamos por las calles vacías del centro y nos encontramos al frente de una escuela con mis viejos amigos… Nos quedamos conversando con ellos y decidimos ir a dar una vuelta. Paramos a cenar y bromeamos y reímos todo el tiempo. Cuando nos despedimos, La acompaño hasta su casa. Gabriela me besa y me saluda dulcemente…pero de repente vuelvo a tomar conciencia. No puedo quedarme ahí. Estoy viviendo la vida de otra persona. Eso no es justo. Dejo su cuerpo y vago por el parque vacío en la fría noche de invierno, teniéndola a ella todavía en mis pensamientos. La noche cae sobre la ciudad y me quedo sentado en un banco, hasta que amanezca ¿Qué es lo que hizo esto? ¿Por qué estoy destinado a vagar sin rumbo durante toda la eternidad? ¿Qué es lo que quiere Dios de mí? No lo sé… no sé porque he dejado este mundo para ser un fantasma."Ya no me duelen todas las cosas que ayer me podian molestar" Árbol-El fantasma
Aparentemente deberia escribir algo aqui que describa esto... pero no hare otra cosa que decirles que en este lugar se sumergiran en la imaginacion humana. Aqui aguardan historias, personajes y situaciones esperando ser descubiertas. No soy el mejor guia de la imaginación, pero trato de hacer lo mejor que puedo. Asi que, sin más preámbulo, los invito. Pasen y lean -Lute Medina-
13 enero 2011
El Olvidado
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