16 diciembre 2014

Fragmento II (Más que cuento, epístola anónima)

Hace un tiempo empecé algo. Algo que me costó entender al principio dado a que me pareció muy inesperado, algo que no terminé de comprender hasta que no pasó un tiempo. Hace un tiempo me embarqué en un viaje con uno de los compañeros de viaje más inesperados de todos. Hace un tiempo pasó algo que me sigue hasta hoy. Hace un tiempo me empezó a gustar, cuando comencé a comprender lo que significaba y lo que podía abarcar. Abracé ese sentimiento con la misma fuerza que la persona a mi lado. Porque quizás intuía que ahí encontraría tantas cosas… tantas cosas bellas y maravillosas que llenarían mi vida de felicidad. Hace un tiempo aprendí a amar. A amar en todos sus sentidos. A amar con el corazón, con el cuerpo y con el alma. A revolcarme junto con la persona querida en planicies solitarias, extasiado, deseando que cada segundo que pasara fuera eterno y que cada latido me acercara aún más al momento de la unión. A reírme como loco y a hacerla reír, que es lo que más me gustaba.

Pero otras cosas aprendí. Las aprendí junto con ella, a los golpes. Aprendí que la felicidad viene de la mano con el dolor. Aprendí que amar no significa aceptar todo y que la paz no existe, pero se puede pelear. Aprendí a hacer daño y a sentir dolor. Aprendí a alejarme y aprendí a volver.

Sin embargo, lo más importante fue que el amor se hace de aguante. Mucho aguante. Que ningún romance es perfecto, ya que nadie es perfecto. Pero, así desprolijos como éramos, pudimos ayudarnos y apoyarnos mutuamente. Porque no nos rendíamos. Así de tercos éramos, así de testarudos nuestros corazones, que no nos dejamos abatir por más fuertes que cayeran las bombas.

Luego… luego pienso. Pienso con el corazón y la cabeza, ya que dividirlos no es bueno, porque trabajan juntos. Miro para atrás, para las conversaciones viejas, los encuentros, los amores, las fotos… veo mi vida de nuevo y me pregunto ¿Podría haber resultado mejor? Probablemente sí ¿Alguna vez me imaginé esto? No, sinceramente no

¿Sos feliz?


Soy feliz

Desde hace un tiempo que lo soy. Desde hace un tiempo te escucho reír y un calorcito se me sube al pecho. Desde hace un tiempo que sólo un par de ojos hace que se me salte un latido. Desde hace un tiempo que solo le digo palabras dulces a una sola persona. Desde hace un tiempo que abrazo a esa cosa pequeña, sintiéndola lo más frágil del mundo, y me pierdo. Me pierdo en sus bracitos y ya no parece que soy yo el que la cuida, sino que sin ella yo me pierdo. Desde hace un año y medio que te besé en esa aula vacía y mi vida cambió. Porque te amo.

Así como sos, viciosa, callada y loca, medio sádica, medio demente. Algo depre y alegre. Ruda y tierna. Sexy y zaparrastrosa. Vergonzosa y extrovertida. Pacifista y violenta. Y vos. Y te amo a vos.